jueves, 21 de octubre de 2010

JULIO CESAR DEL VALLE







Hace ya muchos años que tuve el honor de dedicar esta salutación al distinguido Licenciado don Julio César Del Valle, un inclaudicable luchador por mantener viva nuestra nacionalidad, que lleva
en su morral de Chichi tantas cosas de su Guatemaya...

MADRUGADOR DE MIL OFICIOS
Juan M. Solís
(Homenaje a Julio César Del Valle)



     A veces me pregunto yo
cuando escucho tu eco lejano
¿ qué oficio tenés Julio César,
qué rumbo se forja tu andar ?

     ¿Serás acaso pintor-dibujante?
pues he visto mil pueblos perdidos
resurgir multicolores
con el pincel de tu voz
y llenarse de teja rojiza
al tiempo que el adobe antiguo
de sus caleadas paredes
es invadido por geranios
que se prenden como lunares
deshojados por el destino,
mientras el sol tiñe de mañana
sus calles
 polvorientas .

     O, ¿serás arquitecto-ingeniero-constructor?
que lápiz de sueños en mano
traza en el alma de aquel que se ha marchado
un gesto de orgullo encendido
y en columnas de versos despiertos
dejás el recuerdo fundido.

      Sólo Dios sabe Julio César,
si sos médico que cura a la distancia
las heridas de una patria perdida
o soldado que vigila en el campo
y dispara margaritas al ocaso cuando intenta fugarse montado en un adiós.

      A veces me parecés
sembrador de madera de hormigo,
de mocedades ya idas
que se riegan gota a gota
con el chipi chipi de un  recuerdo dormido.

      Días hay en que te creo
poeta-hacedor-creador,
pero
mi desconcierto es total,  
al darme cuenta
que también sos músico cantor,
pues tenés un corazón de cinco líneas
donde late quedito una guarimba
que plantada en un cruce de cuatro caminos
grita a todo pulmón: Xelahuehuetotoguate!...

      En tu corazón se dilata un Yo soy
para cantar a la vida,
se estremece un paso doble
y se desborda el torrente de un dulce río
que desemboca en la  anciana tristeza de un son.

      ¿Sos ,por ventura de Dios,
mago de la esperanza,
brujo chamán
que impregna los cerros y los montes
con el incienso del pasado,
que quiere morir de cara al cielo
para que las nubes rieguen
sus ojos sembrados de patria?

      Y no lo podés negar
sos, además, bailarin, moro y conquistador,
sos toro, venado, diablo y cacique dormido...

      Sos libro de tradiciones, duende madrugador
que saca del sueño de la muerte
a josernestos, tiosmingo, froilanes y marianos,
pacoperez, salomones, germanes y hurtados,
barriletes, nacimientos y cajitas de mazapán,
mojarras de Amatitlán,
tamales, paches y bollos
y a las inditas de San Juan
que llevan en el perraje rosas de cristal.

      Sos un duende, un nahual,
que  cada mañana
resucita a Guatemala
en una frase sincera:
¡Así es mi tierra!
 y te despedís melancólico
con un 
-hasta que nos volvamos a ver...-





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